Sopa de materia gris

Me desperté como a las 22:30 hs con todos los pelos revueltos, parecía el tío cosa con frizz; y nada, generalmente mi rutina es fumarme un pucho para calmar las tensiones y ansiedades que conviven en cuerpo tallado a mano por repartidores de pizza (?) Pero oh! No tenía más puchos, ni plata para salir a comprar y Paul no estaba en la casa y se había llevado la llave de la puerta de la calle. Estaba básicamente encerrado y abandonado en su habitación. Bueno, me banqué un rato la situación y me dispuse a jugar algunos videojuegos flasheros que había descargado... FEZ♥! 

Creo que estuve cerca de dos horas jugando, escuchando música y pelotudeando en Facebook e Instagram hasta que me picó un mosquito y volvió mi ansiedad. Empecé a ponerme de mal humor porque Paul no llegó a la hora en la que supuestamente iba a llegar. Se imaginarán cómo la demencia corría por mis venas. Cuando por fin llega le digo que vayamos a la estación de servicio a comprar puchos porque ya no aguantaba estar sin fumar (me había fumado el único pucho que le quedaba pero NECESITABA más). Me dio 4878 vueltas y no terminamos yendo una mierda, así que me puse de mal humor cual niño de 5 añitos que rompe las pelotas y se encula porque al borrego se le antojó una pelota de plástico y vos, como madre, te tomas unos segundos de tu vida para pensar si comprarle la pelota para que se calle la boca o agarrarlo de los pelos y aplastarle el cráneo contra el pavimento. Algunas, en el peor de los casos, escogen hacerle puré el cráneo al pendejo. Estamos de acuerdo en que aplicada la fuerza y dirección correctas, va a estar callado. Quizás pase callado el resto de su vida. Hay que pensarlo dos veces antes de reaccionar así porque yo no quisiera un hijo callado y con el cráneo totalmente reconstruido. capaz me fui a la mierda con el ejemplo, es un mundo de posibilidades y madres violentas.

En fin, me tiré en la cama a divagar (todavía no había tocado la pipa con Mary Jane) y traté de tranquilizarme porque ni daba estar así por una pelotudez. Estuve así por unos 20 minutos me parece hasta que logré levantar el culo y me fui a la cocina a hacerme un café super magestuoso de esos que hago con paciencia, sudor y lágrimas y nadie aprecia (?) Siempre quejándose porque le puse un grano de azúcar de más a uno y dos mililitros menos de leche al otro. Me van a explotar los testículos un día de tanto estrés. ¿Se imaginan un mundo donde las mujeres tienen testículos grandes como manzanas y los hombres sólo el pene? Sería bastante bizarro pero en todo caso son los heterosaurios los que se comen el garrón. Me voy, me voy, basta. Fui a la cocina entonces con la intención de hacerme un café y terminé con dos sandwiches (o emparedados, si así lo prefiere, maldito estructurado hijo de puta) de jamón y queso chedar. Sí, nada que ver. Y tenía tanta pero tanta bronca que le mandé a mi novio Damian un par de mensajes por WhatsApp diciendo que no quería verlo y esas cosas que le dice uno cuando está enojado a su pareja y después se arrepiente parcialmente de haberlas dicho, ponele. Suele pasarme por impulsivo. Tal vez en realidad sentía muy dentro mío eso y me salió decírselo con bronca. Too little too late, Panda.

Resumiendo, sentí que esta no fue una de mis mejores noches. Me acordé de la facultad (sí, ya no soy un mediocre como antes y estudio Licenciatura en Diseño Digital y Multimedial en Bellas Artes, cuna de hippies a veces lindos, a veces con olor a verdurita) y caí en que me tengo que juntar con mi grupo o no vamos a llegar con los trabajos prácticos y es chotísimo (mmmm) que la realidad, al menos una de ellas, te dé tal cachetada porque te hace poner paranoico. Y no sé si es el humo de Mary Jane que hay en el aire pero tengo el cerebro nublado así que me voy a hacer otro café y scrollear por Tumblr donde abundan los culos y las pijas, porque puedo. Y no soy tan forro como mi cara de ojete barnizada en mierda aparenta, así que les deseo un buen sábado pre-puente o como verga venosa le llamen. That's all.