sábado, 8 de enero de 2011

Muerte y destrucción a los infieles

Sólo un hijo de re mil putas, un pajero con cara de pervertido abusador de animalitos de la granja y patética excusa de ser humano es capaz de hacerle una cosa TAN desagradable a su pareja. ¿A qué viene todo este repulsivo odio que siento en estos momentos? Bueno, estaba hablando por Msn con un chico, el cual hace un tiempo atrás (mucho tiempo atrás) me gustaba y mucho, pero nunca podíamos vernos porque siempre pasaba algo y cuando lo vi, ya se había puesto de novio -tengo una suerte envidiable, NOT-. De repente comenzó a tirarme palos, así que mi cerebrito asumió que había cortado con el novio y aproveché el momento para seguirle el juego, hasta lo llamé por teléfono y tuvimos una especie de cuasisexo telefónico.


Más tarde habíamos arreglado para vernos en la mierda concheta de Madero Puerto, salida que se terminó cancelando porque a que no adivinan a dónde tenía que irse, sí, a la casa del NOVIO. Sentí muchas ganas de putearlo y mandarlo a la putísima madre que lo parió, pero no pude. Lo peor de todo es que trató de consolarme diciéndome "si no hay contacto fisico entonces no es traición", no es traición directa pero yo tengo una manera distinta de ver ese tipo de cosas y a mí entender, ES TRAICIÓN lo que hiciste la concha de tu malparida hermana que no tenés. Osea, ponete en el lugar del otro, no le agradaría para nada enterarse que su novio "EL FIEL" estuvo tirandole palos a otra persona y demáses cosas que prefiero obviar porque me parece demasiado como para andar contándolas.  


En mi opinión, los tipos que hacen esas pelotudeces y a los 15 minutos andan rogándote que por favor los perdones, que "no sabían" lo que hacían y se echan un container de culpa encima merecen que un día su pareja se entere de los hechos acontecidos y les arranquen las uñas golpeándoles los dedos con un matafuegos. Sé que es una idiotez que a nadie le interesa, pero necesitaba descargar mi ira en algún lado porque sino voy a terminar matando a alguien. That's all. 

miércoles, 5 de enero de 2011

Le pongo un título nada que ver con la entrada porque soy un aventurero, y ustedes todos putos

Anoche fuimos con Lucas a comer a Mc Donald's, cuestión que terminamos comiendo en Burguer choto King porque los Mc estaban llenísimos de gente marginal y toda villera, pero no les voy a andar contando todo los que hicimos porque sería un embole terrible. 
Lo que en realidad quiero destacar de toda la noche es lo siguiente:

Como no soporto tomar taxis y estaba relativamente cerca de mi casa (unas 40 cuadras, ponele) me fui caminando a las 5 de la mañana tranquilo escuchando música a todo power. Estaba completamente sólo en las calles, no había ni un alma humana pero era mucho mejor para mí porque me sentí más protegido(?). Cruzando en un diagonal veo que pasa un auto -un Renault 504 color negro- y el conductor con cara de boludo se queda pasmado mirándome. Como era de esperarse, mi reacción fue balbusear con la boca llena de Coca-Cola un "¡¿Qué mirás?!" pero aparentemente no me entendió. Sigo caminando alegre de la vida, y habré hecho dos cuadras, cuando veo que el Renault con el boludo con cara de ornitorrinco barbudo viene de frente -claro, yo caminaba en sentido contrario al que iban los autos- pero no le dí importancia y seguí caminando felíz de la vida cantando.

Caminé otras dos cuadras (siempre en el mismo sentido porque tenía que ir todo derecho para llegar a mi humilde, cálido y dulce hogar) cuando de repente veo que el MISMO Renault gira y viene, otra vez, a paso de tortuga hipocondríaca con taquicardia y ahí empecé a ponerme un poco nervioso así que apagué la música y caminé tranquilo esperando a ver qué hacía el montículo de mierda con forma de persona que manejaba el auto. Como era de esperarse, volví a encontrarme con él, entonces pensé: "tengo que comprar leche cuando llegue porque no tengo para el desayuno y creo que está manejando en círculos ¡LA LECHE LAUTARO, LA LECHE!". No sé bien cuál sería el propósito del chabón, tal vez le gusté y simplemente quería admirar mi belleza -la cual me falta de pies a cabeza- porque lo único que hacía era manejar en círculos a paso de hombre con diarrea crónica y pasar por al lado mío mirándome.

Cuando mi cerebro determinó que me estaba siguiendo (con lo que tardé en darme cuenta ya podría haberme llevado en la baulera del auto y violado en un terreno baldío lleno de garrapatas con HIV canino) hice una maniobra evasiva, dí la vuelta en otra calle siempre en sentido contrario al que venían los autos -porque si viene de atrás no me doy cuenta- y me quedé en la esquina esperando ver su mugrosa chatarra llamada auto, entonces cuando veo que está doblando me fui a la calle de enfrente y me camuflé con unos arbustos mal podados de una casa. El negro pitocorto que manejaba la Ferrari estilo siglo XIII no me vió y así fue como logré perderlo. Pero capaz que el chabón sólo quería preguntarme la hora y no se animaba (deliraba).

Estaba a unas pocas calles de mi casa así que me volví, mega perseguido obviously, pero no tuve más señales del flaco cara de torta de cumpleaños y yo quería seguir boludeándolo. Mentira, además con la excitación (no malinterpreten, forros) del momento olvidé comprar mi leche. That's all.

lunes, 3 de enero de 2011

Cagones to the right, please

Ayer, mientras volvía de una noche de pajas amateurs con @chongo mal depilado pensaba: "Boludo, sos re cagón osea, no podés asustarte con cualquier cosa que veas que se mueve en la calle; media pila, Lautaro" (¡¿por qué carajos estaba pensando en segunda persona?!). Como estaba al reverendo pedo, mientras escuchaba los aullidos pasivos de Jared Leto y miraba constantemente para atrás a ver si me seguía alguien me hice una lista mental de las situaciones que me hacen cagarme encima, literalmente:

1. Estoy caminando y de repente miro para abajo y veo una cucaracha o una araña y, así estén muertas, automáticamente mi cuerpo reacciona con una exagerada especie de evación seguida de un grito de nena interior. Soy tan boludo que si veo una cucaracha en la cuadra donde estoy caminando, soy capaz de cruzarme a la cuadra de enfrente así esté un grupo de negros macacos fumando paco.


2. ¡LAS HOJAS! (Ok, por qué gritaba). Bueno, el viento que hace que las hojas se desprendan de los árboles y caigan sutilmente sobre mi cabeza o que se arrastren por el piso y yo con mi mentecita inferior las confunda con algún bicharraco me produce un estreñimiento en el escroto que es sumamente indescriptible.  


3. Las personas que están en la ventana chusmeando cual vieja de barrio en la oscuridad me provocan hemorroides cerebrales y un cagazo tremendo cuando justo paso por alguna ventana y se me da por mirar hacia ella. Les daría un cascotazo en el vidrio para que les explote la ventana en la cara, por hacer que me asuste.


Conclusión: soy un cagón de mierda y merezco que cucarachas voladoras me rapten y me usen para un ritual satánico. That's all.