martes, 27 de diciembre de 2011

Fernet con interrogantes

Son las 7:55 am, se acaban de ir mis amigos -al parecer todos enojados, de mal humor, llenos de resentimiento vaya uno a saber porqué-, se me fue completamente el sueño. Mirar el desorden sobrehumano que hay en mi habitación me descompone más de lo que estoy; hay vasos, botellas, olor a alcohol insoportable y cigarrillos tirados por doquier y quedará así hasta que me sienta en condiciones de querer ordenar. No me pregunten cómo, pero me lastimé la cola y estoy lleno de sangre, literal (ahora entiendo porqué me sentía tan mareado). 






Recibí un mensaje de texto que me dejó perplejo, desorientado. Gracias a ese insignificante mensaje, el cual provino de una persona importante para mí, ahora soy presa de mis propios pensamientos para nada positivos y me siento desganado. No sé qué le pasa a Damian, no sé qué les pasa a mis amigos, no sé qué hice. Fue una de las mejores noches, pero también una de las peores; esas en las que deseas que se termine rápido para poder llegar a tu casa, dormir y que sea otro día, ingénuamente esperanzado con que todo haya mejorado. Pero no, sigue siendo un día de mierda. 




Tengo miedo, tengo ganas de dormir pero quiero una respuesta por parte de mis amigos y de ÉL, tengo ganas de mandar a todo el mundo a la mierda. No sé, está todo como el orto (o así lo siento yo). Ya descargada esta sensación molesta en mí, me retiro a dormir. Buenos días. That's all.

martes, 6 de diciembre de 2011

Pesadilla: El hombre de la máscara

Estoy parado frente a lo que parecería ser un cementerio construído en bloques de piedra enormes, donde los cuerpos estaban entre las piedras dentro de un ataúd de cristal. Me detengo a mirar una lápida en la que se podía leer "DOLL II" y no había cuerpo dentro del ataúd pero supuse que pertenecía a una nena chiquita por el tamaño del mismo y sin saber porqué me puse a llorar.

Poco después, empecé a caminar por una rotonda rodeada de árboles en dirección a mi casa. Conocía esa rotonda así que estaba a 3 cuadras de mi casa. Cuando estoy por cruzar la calle, un Mini Cooper negro se para justo frente a mí y el chabón que manejaba me dice "che, lindo, ¿sabés lo que me encantaría hacerte?" seguido de una sonrisa. Lo ignoré y seguí caminando, con la molesta sensación de que ese hombre me iba a hacer algo malo. En un momento miro para atrás y lo veo intentando subir a la fuerza a la novia de un chico que justo pasaban por ahí, pero el chabón del auto tenía la vista clavada en mí y no dejaba de sonreir. El chabón del auto era lindo, tendría unos 25 años, bastante alto y con buen físico. 

Del susto, comencé a correr y acá es cuando todo se pone denso e interminable. Justo antes de llegar a mi casa un colectivo con vidrios polarizados me impide el paso, enseguida se baja un hombre con una máscara de cerdo que tenía una especie de pene amorfo justo al lado del hocico. Me quedo paralizado del miedo, el chabón se saca la máscara y me mira fijo, se ríe pero no dice nada. Esta vez el hombre tendría unos 40 años, ahora ya no tenía buen físico y vestía una musculosa blanca llena de sangre y un jean azul marino bastante gastado. Entro a mi casa, me olvido del asunto y me tiro en el sillón a dormir. Cuando me despierto, mi madre me dice "hijo, te dejaron esto con una nota, el tercer plato tiene un vello púbico"; me habían dejado tres platos pequeños con chauchas, en uno se distinguía la forma de un pene y había un vello púbico, los otros dos formaban una vagina con las chauchas. Cuando abrí la nota y leí el mensaje me desesperé, decía "YA TE VOY A ENCONTRAR Y TE VOY A LLEVAR CONMIGO". 



Dos días después, el hombre de la máscara de cerdo se muda en una casa contígua a la mía. Cuando me entero, le digo a mi vieja entre lágrimas que quería que ese hombre se vaya porque sentía que me iba a hacer algo malo. Mi vieja me dijo que no me preocupe y vaya a dormir. Como ella dijo, me fui a dormir y cuando desperté me llevé la sorpresa de que estaba adentro de ese colectivo pestilente que manejaba el hombre de la máscara. Había más personas adentro de ese colectivo y todos tenían la mirada fija en mí, una mirada triste... como si hubiesen estado dentro de ese colectivo durante mucho tiempo. El hombre de la máscara detuvo el colectivo en una ruta frente a un descampado, lo veo acercarse a mí mientras se está bajando los pantalones, siempre sin decir una sola palabra, sólo sonriéndome gentilmente. Logro safarme y abrir las puertas del colectivo, salgo corriendo y de repente el descampado  es una especie de guerra. Estoy rodeado de tanques y soldados con lanzamisiles disparandose entre sí. Caigo desmayado y una de las actrices de American Horror Story (que no recuerdo el nombre ahora y toda la paja de buscarlo) me lleva con ella. Despierto en una casa extraña, lúgubre, con el piso lleno de cuervos muertos. Comienzo a reirme como un desquiciado, tomo un cuchillo y corro a la actriz que me salvó por toda la casa al grito de "ya te voy a encontrar y te voy a llevar conmigo". La encuentro escondida en el cuarto de lavado, me saco la máscara de cerdo y la apuñalo una incomensurable cantidad de veces. Luego de matarla, bajo las escaleras bañado en sangre y sonriendo. 

Me encantaría buscar el significado del sueño, pero hay bastantes cosas como para buscarle la vuelta y sinceramente estoy algo traumado. Imagínense lo desesperado que estuve dentro del sueño que me desperté llorando. Hacía mucho que las pesadillas no me perturbaban la mente. That's all.