martes, 30 de noviembre de 2010

The pussy of the lora.

¡Pero la concha de la lora! Las veces que he dicho que no iba a dejar de escribir terminé colgandome y dejando de escribir, estoy perdiendo el toque. 


Lo que pasa que twitter me tiene hipnotizado con su fidelidad y exuberante belleza #deliraba. Bueno sí, lo admito,  me parece que soy ¿un poco? adicto a twitter. Igual me chupa un huevo porque al menos es mejor que el conventillo de Facebook y la mugrosidad de mi Msn que ya no lo abro porque nadie me habla ni tengo ganas de hablar con mis pedorros contactos. 


En fin, lo que quería decir -por enésima vez- era que no los voy a defraudar(?) y seguiré escribiendo. No esas pelotudeces como las que escribía cuando estaba de novio o me gustaba alguien, eso es para los infradotados mentales. Y yo estoy en otra cosa ahora, no quiero saber nada de nada con ponerme de novio porque sinceramente no me interesa. Sí quisiera dejar de ser #GenteQueNoCoge (la concha de mi hermanito, si sigue gritando y haciendose el discapacitado mental le voy a romper una pierna con la palita de metal que hizo en el colegio)... ¿En qué estaba? Ah sí, lo que pasa que el calentamiento global afecta a la gran zona rural y no permite que los pavos lleguen sanos y fuertes a nuestros hornos en vísperas de navidad. OK, me parece que mandé cualquier verdura, pero yo sé que les cabe.


Nada, creo que es hora de retirarme porque no dormí un carajo por culpa de los mosquitos de mierda que no me dejaban de succionar la poca sangre que me queda, estoy comiendo sanguches de salchicha y estoy armando un plan macabro para deshacerme de mi hermanito de una vez por todas. Y recuerden, si tenés twitter, no podés tener una vida. No sean ambiciosos. That's all.

viernes, 5 de noviembre de 2010

¿Qué es lo peor que podría pasar?

Con esa pregunta desaté una enorme ola de mala suerte a partir de el hecho que voy a redactar a continuación...

Ayer, jueves 4 de Noviembre, fui a casa de max porque habiamos quedado en juntarnos para hacer pizzas y boludear un rato. Eran las 22:04 y me faltaban apenas unas cuantas calles para llegar a Avenida de Mayo y así tomarme el subte que me llevaría hasta su casa. Cuestión que terminé bajando en Córdoba y 9 de Julio; emprendí camino hacia Callao bloqueando con mi música en mis oídos el espantoso sonido estruendoso de los autos y colectivos. Llego a Callao, tomo el 132 y me encuentro con max.

Ya en su casa, nos damos cuenta que compró la harina equivocada para las pizzas -era harina de pizza pero no la que yo le pedí- así que, siendo las 11 y algo de la noche, salimos a las lúgubres calles para comprar 50 grs. de levadura. 
Antes que nada quiero recalcar que nunca logramos salir a la calle, ya que nos quedamos atrapados en el ascensor por casi 20 minutos hasta que lograron abrir la puerta y bajamos. Bueno, ya en la calle recorrimos como cinco locales en busca de levadura pero ninguno tenía, ni siquiera las estúpidas pizzerias atendidas por esas amorfas y mal olientes personas.

Cuando llegamos hicimos una pizza como pudimos con todo lo que teniamos pero de todas maneras quedó rica. Comimos y tomamos mientras miramos "Los Soñadores" y yo no puedo creer que me haya bajado un frizzé entero en unos pocos minutos, soy un borracho lo sé, ahorrense sus pedorros comentarios. Bueno después es obvio el resto así que no me voy a poner a entrar en detalles.

Tipo 20:30 ya era hora de venirse para casa así que le pedí a max que me acompañara a la estación de subte. Nos despedimos y yo fui a sacarme el boleto. Ya en el subte solo me dediqué a escuchar música tranquilo pero como un boludo no me bajé en Perú para hacer combinación con la línea D así que caminé y le pregunté a un par de viejos que hablaban como una radio en dónde quedaba la estación; por suerte estaba a unas cuadras pero como no tenía ganas de tomar el subte fui caminando hasta el obelisco y cuando estaba a un par de cuadras un negro -no tenía tanta pinta de negro- me dice algo pero no le escucho porque estoy con la música, yo no entendía nada. Veo que se me acerca y me habla pero yo sigo ignorandolo así que en un momento me "abraza" y no sé qué me pasó pero me transforme y lo único que atiné a hacer fue empujarlo contra un colectivo al grito de ¡¡ME VOLVÉS A TOCAR Y TE CAGO A TROMPADAS!! Un par de señoras quedaron como despeinadas al escucharme gritar de tal forma y hasta yo me sorprendí porque jamás me hubiera esperado esa reacción por mi parte. Me hizo sentir bien.

Luego de llegar al obelisco me dirigí hacia Santa Fé para tomar el colectivo por fin, pero después de media hora caminando y ya con una potencial cara de orto me di cuenta que ESTABA YENDO EN LA DIRECCIÓN CONTRARIA. No sé cómo hice para contener las ganas de gritar y no romperme la cabeza contra el pavimento. Ya entrado en razón crucé la 9 de Julio y caminé hasta no me acuerdo qué avenida y me quedé esperando el micro. 
El micro tardó bastante en llegar y por suerte habia asientos vacíos; no tuve mejor idea que sentarme al lado de una vaca inhumana que ocupaba asiento y medio, pero me la banqué. En la mitad del viaje ya me habia agarrado sueño y me apoyé para dormir un poco pero la vaca con sus enormes tetas que tenia por brazo me movía y me despertaba. 

Y nada, después caminé a casa y acá estoy bloggeando mi ¿maravilloso? día. Me zarpé escribiendo así que me voy a la verga. That's all.