martes, 28 de diciembre de 2010

Gorda comechingones de payasezca apariencia le manda fruta mi madre con palabras carentes de S para sacarle dinero

Situación en la verdulería: Una gitana de payasezca apariencia y con la piel barnizada en sudor se acerca hacia mi madre.

Gitana gorda comechingones: -Oiga, señora, quiere que le adivine la suerte, ah?

Mamá: -Bueno (seguida de la misma expresión que debió haber tenido Arquímedes cuando dijo ¡Eureka!)

Gitana gorda comechingones: -Extiéndame su mano, ah, y sotenga eta cru'

*Mamá extiende su mano y la gorda comechingones le pone una cruz sobre ella*

Gitana gorda comechingones: -Uté' ha pestrao dinero, y a raí' de eso le han hecho un gran daño. También tiene un problema en el estómago.

Mientras tanto, en la bati-verdulería: Yo estaba palpando tomates con cara de infelíz cumpleaños mientras escuchaba a la gitana gorda comechingones de payasezca apariencia decirle a mi mamá "la suerte". En un momento no soporté el hecho de que se coma todas las S y estuve a punto de tirarle con un tomate.
Mamá ya estaba con cara de "Hola, puedo seguir comprando mis tomates o me vas a decir alguna pelotudez más?"

Gitana gorda comechingones: -Yo te curaré todo ese mal que te han hecho. Pon, pon algo sobre la cru'.

*Mamá pone la mano que tenía desocupada sobre la cruz que tenía en la otra*

Gitana gorda comechingones: -¡¡Nono!! Tu mano no, debe' poner dinero sobre la cru' y así se curarán todo' tu' male'.

Mamá: -Traje solamente para comprar mis tomates. Tomá tu cruz.

La gitana, rápida como siempre, se fue en busca de otra señora desprevenida que estuviese comprando tomates (u otras frutas, por qué no?) para "adivinarle la suerte" (léase: sacarle plata). Y colorín chotocolorado, este cuento se ha terminado. That's all.

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