Estuve varios meses al pedo, podría haber empezado el gimnasio y hoy en día sería perseguido por la policía montada por tener un cuerpo tan sexy (?). Ojo, igual no pienso matarme haciendo ejercicio en mi casa como acostumbro hacer o internarme en el gimnasio durante horas para inflarme como un globo porque voy a terminar siendo compañero de cuarto de Romina Yan.
Pero mi grave problema no es el hecho de mostrar el cuerpo (cosa que nadie me obliga a hacer y además, tengo lindo físico), sino que me tengo que comer todo el verano en mi casa y no salir a la calle porque una vez que piso el mundo exterior, me sudan hasta los órganos internos. Es frustrante no poder comprar remeras en verano porque c'mon, ni tira entrar a un local de ropa todo sudado a probarte una remera para después dejarla toda barnizada en sudor. O peor aún, soy tan paranóico que soy capaz de no probarme nada por miedo a que otra persona lo haya hecho anteriormente y la haya dejado con su inmunda esencia comunmente conocida como sudor con olor a verdura.
Hace meses atrás rondaba por mi cabeza la idea de operarme o hacer algún tratamiento mágico con pastillas para apaciguar un poco mi sudoración excesiva. Pero soy una larva y nunca fui a ver a un médico por ese tema, así que tendré que lidiar con todo el calor extremo que se avecina y enfrentar la cruda y calurosa realidad. Presiento que me la voy a pasar de casa en casa usurpando piletas. That's all.
No hay comentarios:
Publicar un comentario